domingo, 27 de septiembre de 2015

Los personajes del mundo de Monigote


El alma del mundo de Monigote son sus personajes. Es por ellos que el juego invita a progresar en una trama que, en principio, parecería tomarse tan en broma. Si ves un anciano con cuernos, sabrás que es un ermitaño y cualquier cosa que diga tendrá que ver sobre su rechazo al mundo. O si hablas con una roca y esta se sorprende de que te dirijas a ella. O cruzarte con otros guerreros y que estos cuenten que están en la búsqueda de vaya uno a saber qué reliquia mágica. Este es un mundo que respira y donde no todo gira en torno tuyo, sino que pareciera que cada quien vive su propia vida y aventura aparte de las otras.



Otro aspecto curioso es que, sin darnos cuenta, en algún punto el número de personajes rebasó ampliamente el centenar. Es cierto que hasta las piedras llegan a ser un personaje del juego, pero aun así el hecho de que cada uno tenga una personalidad y tono determinado hace que en algún punto pareciera que no habría lugar para nadie más en la aventura. Pero no, siempre hay lugar para alguien más.


Un detalle habitual en el juego es que para cubrir algún hueco jugable (un personaje que diga o haga algo que no tuviese sentido que diga otro) aparezca algún nuevo personaje. Por lo cual llega un momento en que uno ve y conoce personajes que parecieron haber estado ahí siempre en el mundo de Monigote, incluso si sólo fueron sumados un mes previo a la salida del juego.

Esto no sería posible si este no fuese un humilde videojuego creado en alguna anticuada versión de RPG Maker, por lo cual estamos muy agradecidos de dar lugar a una experiencia jugable plenamente independiente y cuyo límite sea nuestra imaginación y ganas de darle forma a lo que se nos ocurra.



1 comentario:

Anónimo dijo...

El juego es cada vez aún más genial de lo que era, (Eh... ¿Se entiende?).

¡Ánimo con el proyecto! -le lanza un Moni y huye-

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